lundi 21 décembre 2015

6 cosas que hacías con tu primer hijo... y que ya no harás con el segund@

Aquí tenéis mi lista de las 6 cosas que se hacen con el primer hijo y ya no con el segundo, sobre todo si se llevan poco tiempo (por cansancio, sueño, agotamiento y porque a lo mejor tampoco sirvieron para nada con el primero)

1. Repetir cincuenta veces cada palabra, vocalizando bien para que aprenda a hablar lo antes posible. Ahora te viene justo para decirle "No tires el puré por todas partes", casi sin mirarle, mientras gritas al mayor "Vuelve a sentarte a comer, que llevas una hora para terminarte una albóndiga y mañana hay cole"

2. Al primero le cortabas las uñitas siempre el mismo día de la semana con mucha paciencia y parsimonia. Ahora al segundo se las cortas cuando te das cuenta de que se está transformando en buitre carroñero.

3. Por la mañana, cuando sales corriendo como alma que lleva el diablo para ir al cole del grande, te das cuenta de que el pequeño no está dormido en su carrito... es simplemente que no le has pasado el algodoncillo impregnado de suero fisiológico para quitarle las legañas...

4. Con el primero seleccionabas dibujos educativos y no quisiste que empezara a verlos antes del año y medio : Pocoyo en inglés, Baby Einstein, etc, ahora el segundo ve Cars y Dusty (pelis preferidas de su hermano) diez veces a la semana y no sabes ni cuando empezó.

5. Al primero le cocinabas todo en casa, los purés de verdura y carne que variaban cada día, la compota de la merienda, etc, pero ahora con el segundo la compota de frutas la compras hecha (y os aseguro que sabe tan rica como la mía, o mejor) y come el mismo puré varios días porque cueces verduras para un regimiento.

6. Al primero le ayudaste a aprender a andar eslomándote durante horas agachada y llevándole con la manita de aquí para allá. Desde entonces tus riñones agonizan en silencio. Con el segundo el tiempo de entrenamiento se reduce y descubres que te viene muy bien la teoría de tu fisioterapeuta que dice que a los niños no hay que forzarles a andar. Pues eso, que poco a poco, y que ya aprenderá cuando quiera.

lundi 7 décembre 2015

La insoportable contradicción del ser (padres)

Cuando uno se convierte en madre/padre de repente la vida tiene otro sentido, bueno no es exactamente eso, la vida tiene más sentido, todo es más valioso y a la vez mas frágil. Ya sé que lo he dicho en otras ocasiones, pero todo se convierte en una eterna y puñetera contradicción.

No sé si a vosotros os pasa pero a mí cuando miro a mis peques me es imposible imaginarlos en el futuro, como estudiantes en la Universidad, con novi@s, con mis nietos. Me cuesta y me duele tanto pensar que un día no me abrazarán por la mañana al despertarse tan calentitos y aún tan tiernos después de haber dormido como angelitos, que ya no vendrán a verme cada vez que se hagan "pupa" para que le des un besito y les cure con mi magia... la vida de padres va deprisa porque no paramos ni un segundo, pero a la vez queremos que todo sea eterno, lento, anhelamos varias veces al día que el tiempo se pare. Es extraño porque también cuando son bebés soñamos con verlos andar, cuando crecen deseamos empezar a tener verdaderas conversaciones con ellos, con ver sus nuevos logros, acompañarles el primer día al cole y hacer un montón de fotos... lo que os decía, una puñetera contradicción.

A menudo también navego entre dos preguntas contradictorias que pululan por mi cabeza para liarla parda :
"¿Por qué me metería yo en semejante berenjenal si me están volviendo loca!?"
Y
"¿Cómo se puede querer tanto a unas cosas tan pequeñitas si solo con mirarlas soy feliz?"

Hay un cómic del talentuoso Brian Gordon que resume muy bien ese estado. Aquí tenéis su blog para pasar un buen rato : http://www.fowllanguagecomics.com/.

(Gracias a mi mejor amiga por habermelo hecho descubrir. Te echo de menos, guapa, ahora que nadie nos oye)


Por cierto, ya sé que no tiene mucho que ver, pero por curiosidad en relación a los berenjenales, he buscado el porqué de esta expresión y he encontrado una antigua copla que dice así: 

«El pimiento ha de ser verde
los tomates colorados
la berenjena espinosa
y los amores callados»

Y me ha inspirado, así que os dejo una poesía cortita que he escrito para mis peques hoy (hace mucho que no escribo poemas, así que perdonadme su simplicidad, pero viene del alma) :

«Puedo cambiar por ti
Puedo hacerlo todo por ti
Puedo ser otra por ti
Puedo incluso no existir por ti 
Puedo vivir o morir,me da lo mismo si es por ti»

Besicos,

Mabel


mardi 29 septembre 2015

No hay tres sin cuatro...

A ver, mi objetivo no es asustar a nadie, pero por si las moscas os aviso de que lo que voy a contar puede poner los pelos como escarpias, sobre todo si estáis en el proceso de pasar de 1 a 2 hijos, como el mensajito de "no recomendado para menores" antes de empezar a ver una peli de terror. Si continuáis no me vengáis después con reclamaciones, que no tengo servicio post-venta:

Recuerdo que antes de nacer mi bicho 1 me habían dicho que me preparara para lo que se avecinaba, que iba a estar agotada y que nada iba a ser igual que antes. No sé por qué no me asustaban esos comentarios, así que antes de que naciera la bicha 2 me pasó lo mismo, y ante los "uyyyy con dos sí que cambia todo", hacía oídos sordos riéndome con pretenciosa indiferencia.

Pero el problema es que esta vez que los OTROS TENIAN RAZON... Ayy cabecica de ajo que lista te creías...

Resulta que con dos te das cuenta de varias cosas :

1. Tu cuerpo es indivisible : cuando intentas estar en dos lugares a la vez a varios metros de distancia te es imposible, pero hasta ahora no habías caído en la importancia del don de omnipresencia divina. Sobre todo cuando el bebé de 10 meses está trepando por las escaleras de casa con un camión en la mano y el niño de 3 te grita que va a salir él solo de la bañera porque tiene que correr a hacer pis.

2. Dos niños con 2 años de diferencia son capaces de hacer las mismas cosas de forma totalmente distinta (para fastidiar, porque sino no tiene otra explicación), así que lo que tras muchas horas de ensayos experimentales funcionó con el primero, no te va a servir de nada para el segundo.

3. Si eras feliz porque el primero dormía 12 horas diarias, y más el fin de semana con el 2° hay muchas probabilidades de que lo termines pagando...
Y vas a terminar llamando a tu amiga Charlotte, que te dijo hace 2 años que no podía más con su hijo por las noches, para decirle que lamentas mucho haber presumido tanto del tuyo y que ahora necesitas su ayuda URGENTE porque ya llevas casi 100 euros gastados en homeopatía, consultas privadas y tisanas bio para nada (sin contar con las ojeras y tu estado mental al borde de la histeria). Y la muy guarra te va a decir "ay pues espera, paciencia, yo estuve 2 años así con el primero, pero ahora el 2° es un angelito por las noches". Argggggggggggg

4. Antes tus suegros cuidaban del grande sin ningún problema en cuanto lo necesitabas y ahora con los dos, la voz y las manos les tiemblan de pavor frente a lo desconocido cada vez que les pides que los cuiden una noche y los lleven al cole/guarde por la mañana. Es como de repente inscribirles a un maratón y pedirles que batan el récord mundial sin entrenamiento.

5. Con el primero hay épocas en que la comunicación y los ratos de tranquilidad en pareja se consiguen, difícilmente eso sí, pero con dos ya mejor te olvidas. Vamos, que has intentado tantas veces cenar a la luz de las velas sin éxito porque se funden sin haberlas aprovechado de tanto ir y venir a la habitación de los niños, porque cuando no es pis y agua, es biberón y cambio de pañal, que ya te das por vencido. La guerra la han ganado ellos.

Et voilàààààààà, c'est fini ! ya os he contado todo. Pero acabemos con una nota de ternura y esperanza, y es que cuando juegan juntos, se dan besicos y ves que se quieren tanto y que el amor que tenías por uno lo sientes multiplicado por dos, todo lo demás te importa un pepino... eso sí solo quiero dormir un poco más, POR FAVOR

Besicos, voy a por otro café

vendredi 26 juin 2015

Crisis de entidad aguda

Pues nada maña, que hoy me apetecía escribir algo porque estoy hasta las narices de estar perdida en la marisma existencial en la que me encuentro.

Al ser madre de dúo me he convertido sin saberlo en ama de casa y emprendedora al mismo tiempo y esto es peor mentalmente que ser por la mañana Dr. Jekyll y M Hyde por la noche. Sería más bien como ser Hello Kitty por el día y Hulk por la noche para que os hagáis una idea de la variedad de personas que viven (o desviven) en mí últimamente.

Os lo explico a ver si así yo misma me empiezo a aclarar un poquico :

Resulta que un día vas andando tranquilamente cantando cual pajarillo en una mañana soleada y zassss la dura realidad te pega un porrón en los morros. De repente, ya no sabes si volverte a levantar y volar atolondrada, o quedarte directamente ahí aplastadita en el suelo.

Me explico : El día en el que volví al trabajo tras mi baja por maternidad pidiendo reducción de jornada me dieron a entender que ya no era la bienvenida. Hay que decir, porque todo hay que decirlo, que yo no quería volver a esa casa de locos y me ha venido muy bien el "despido amistoso" pero el problema es el DESPUES

¿Qué es el DESPUES? El después es la crisis de identidad. Es el "¿y ahora qué?" Es decir que con dos niños pequeños y un marido que trabaja 25 horas diarias, ya me dirás qué trabajo interesante encontrar en mi sector (webmarketing, startups y estas cosas que suenan a  freaky), donde o eres un workalcoholic de 12h de curro diarias o no le gustas a nadie.

Así que, pasado el momento de placer absoluto de me despierto a las 7h en vez de a las 6h (recuerdo que tengo dos monstruitos que no quieren que duerma más) y no tengo que ver la cara del tontolaba de mi jefe, llega el vacío y el  "por Dios, ¿qué soy?, ¿quién soy ahora?, ¿soy una madre ama de casa o una parada buscando curro?, ¿tengo que cambiar de profesión?, ¿soy viejuna o no para empezar un nuevo curro en este sector de jovenzuelos?"

Pero como soy un poco burrica (aragonesa) la respuesta ha sido "no quería caldo, pues me tomo dos tazas" y aquí estoy intentando montarme una empresa. Ya os contaré porque yo no sé de dónde leches me salen estas ideas de bombera. 



mercredi 22 octobre 2014

Cuéntame un cuento y verás todos que contentos

Sí, ya lo sé, llevo mucho sin escribir. Casi un año, madre mía! y no es por no tener ganas, ni pensar en ello, ni tener nada que contar, ni necesitarlo... es sobre todo por falta de tiempo y porque voy a tener otro baby y estos meses han sido complicados.

Hoy lo que me apetece es contaros una historia, un cuento irreal en el mundo ideal en el que nos hacen creer que vivimos las mujeres :

"Erase una vez Pepita Pulgarcita. Una muchacha fresca como una rosa, muy trabajadora que cada día iba al bosque a recoger setas y frutos rojos. Y trabajaba, trabajaba lalalarito. Mucho, mucho, sin descanso, sin pausas, terminaba y volvía a su casita exhausta. Un día Pepita conoció a Gretel, que era un leñador muy apañado, y al cabo de dos o tres "Erase una vez" tuvieron un bebé. Gargamel, el jefe de Pepita, que era un señor muy feo pero muy hornado, contrató a Anita Capuroja para reemplazarla tres o cuatro meses y así Pepita encontró de nuevo su puesto de trabajo a la vuelta.

Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado"

y es un cuento bien cuentista, porque la vida real no es así como lo sabemos muchas de nosotras : Gargamel no habría contratado a nadie para reemplazarla, hubiera repartido su trabajo entre el resto de empleados y hubiera culpado a la pobre Pepita de haberle dejado "tirao" por estar preñada.

Eso en el mejor de los casos, porque en el peor le diría eso y le anunciaría que uno de sus compañeros (hombre) iba a reemplazarla en su puesto definitivamente a su vuelta y que ella ya no trabajaría en el bosque recogiendo setas y frutos rojos, sino limpiando la mierda de las letrinas de la casita del árbol, y que si le conviene bien y sino pues que se vaya con su cestita a otro bosque.

Así es la historia real, abandonemos entonces tanta gilipollez e hipocresía y empezemos a plantarle cara como mujeres a las empresas, qué ya vale, tener hijos es algo mucho más importante para la humanidad que la organización interna a establecer varios meses en una empresa, así que los tenemos cuando queremos y legalmente nuestro trabajo tiene que ser el mismo antes y después. Ya vale tanta tontería que si no tuvieramos hijos, quién iba a seguir pagando las pensiones, trabajando en el futuro y asegurando que la especie no se extinga. A ver si empieza a enseñarse a los niños/as desde pequeños en el colegio, instituto y después en la Uni la importancia de las madres trabajadoras en el mundo, sea cuál sea su categoría profesional. Su eficacia probada tanto como profesionales, como educadoras de futuros seres humanos. Una capacidad de organización superior a la de cualquier hombre padre y trabajador (sí señores, así es y sino demuéstrenme lo contrario)

Es cierto que hay leyes estrictas para evitar todo derrape en las empresas pero hecha la ley, hecha la trampa y muchas empresas se las saltan. Sobre todo en Francia con las "ruptures conventionnelles" (despidos amicales) en los que te proponen que te vayas negociando una cantidad y si aceptas ya no puedes acusarles de discriminación y debes olvidarte del daño moral que te han hecho, y si no aceptas te hacen la vida imposible y terminas despidiéndote sin un duro, ni paro y con depresión profunda.

Hace falta una mejor educación por concienciar a la población en general, entre los cuáles habrá un día empleadores/as de mujeres.  Cualquier declaración pública como la escuchada hace poco de boca de la arpía, Monica de Oriol que prefiere contratar a mujeres que no vayan a tener hijos, tendría que estar penalizada legalmente (junto con una buena patada en el culo y en los morros por capulla)




mercredi 16 octobre 2013

A todas aquellas madres que todavía no han tenido hijos

Hola majas (y algún majo que me sigue también, que si no se me enfadan),

Acabo de recordar que empezé a escribir este blog cuando estaba a punto de dar a luz. Creo recordar que fue en parte por aburrimiento. Ya no sabía que más hacer todo el día en casa durante la baja y lo del ganchillo y el punto de cruz no me llamaba mucho, la verdad.

Podría haber empezado a escribirlo antes, cuando mi bichico no era nada más que una imagen lejana, o un poco después cuando se convirtió en un deseo más concreto, o incluso un poco más tarde cuando ya era una obsesión que llenaba mis noches y mis días. Cuando no entendía porque yo, que había controlado todo en mi vida, que había conseguido todo (bueno casi todo) lo que me proponía, no era capaz de conseguir quedarme embarazada.

Es fácil hablar de lo que es ser madre, pero a veces, es difícil contar el camino que cada una ha vivido para lograrlo.

Tengo amigas que un minuto y medio después de haber dejado la píldora se quedan embarazadas, otras que tardan unos seis meses y otras a las que les ha costado muchas lunas y muchos soles, muchos llantos, mucha desesperación y sobre todo, mucha rabia contenida. Tengo algunas que aún esperan y desesperan. Os quiero a todas por igual, pero este post del blog se lo dedico a aquellas que para ser madres deben luchar sin tirar la toalla, ni morir en el intento.

El día en el que un médico con escasa empatía humana anuncía a una mujer que va a tener que pasar por varios tratamientos para tener un bebé, a ella el mundo se le viene encima, mientras él regresa tranquilo a su casa y se fuma un habano. Para la paciente es como si la esencia misma de su ser, de su femeneidad, se evaporara junto con sus ilusiones más profundas. Es solo el comienzo de un camino en el que la magia que debía emanar de algo tan natural, se convertirá en inyecciones, reacciones hormonales, batas blancas, médicos y hospitales.

Y todo esto es una gran PUTADA, y lo siento, pero es que no tiene otro nombre. Y para colmo de todos los males, cada día más mujeres tienen que pasar por ese terrible proceso agotador y desesperante.

Me horroriza escuchar aquello de "Sí, pero hija, es que ahora lo queréis todo, disfrutar de solteras y tener hijos tarde", a lo que habría que contestar : "Perdone Ud., señora, pero efectivamente cuando decidí estudiar tenía que haberme dado cuenta de que lo mejor con ventidos años era dejarlo todo, tener hijos y olvidarme de tanta tontería intelectual, no fuera que un día se me fuera a pasar el arroz. Y si por casualidad hubiera continuado mis estudios, habría tenido que tener un hijo justo después y haber ido a pedir mi primer trabajo, frente a 50 hombres candidatos al mismo puesto, preñada o con mi hijo en brazos. Y en ese caso seguro que el entrevistador hubiera dicho - Qué competente esta chica que es capaz de todo, hala venga maja, el puesto es tuyo -". Anda, anda, tira, tira que la lleva Ud. buena, señora absurda.

Lo que está claro es que frente a esta jodida naturaleza que nos ha impuesto un reloj biológico incrustado en el ovario, mientras los hombres coletean (y nunca mejor dicho) sin preocupaciones procreativas, no hay nada que podamos hacer.

Espera, espera : ¿Quién ha dicho que no?, ¿Por qué no ayudar a las mujeres a prolongar su vida reproductiva?, ¿Por qué no congelar nuestros óvulos cuándo somos jóvenes?, ¿Por qué no hacernos pruebas que nos permitan saber en qué nivel de fertilidad se encuentra nuestro aparato reproductivo para decidir con conocimiento de causa si prolongar más o no la maternidad ?

Perdón que me enrollo y me pongo reivindicativa, cuando en realidad lo que yo quería decir a aquellas que lucháis por tener un hijo es que no sabéis como os admiro, precisamente porque sé algo del tema soy consciente de que todo el mundo no es capaz de hacer lo que hacéis, de ir tan lejos, allí dónde nunca habíais pensado llegar, dónde casi no hay ya ni límites a lo indecible, no sois mujeres sino heroínas del mundo moderno, luchadoras infatigables de la vida. Mujeres que antes de ser madres sois ya las progenitoras que cualquier bebé se merecería tener por los esfuerzos físicos y psicológicos que afrontáis por ellos. Para mi ya sois más madres que muchas madres, porque sabéis lo que es la dedicación y la devoción absoluta por vuestros hijos. Vivís gestaciones que duran años de espera y no tan sólo meses.

Hoy me postro frente a vosotras. Me arrodillo de admiración. Fuerza, coraje y adelante, todo llega a la que sabe esperar y sobre todo que le den por saquete al puñetero reloj biológico de habas, o a los problemas hormonales u otros (o)varios que seguro que vais a conseguirlo (sobre todo si sois mañas, por cabezonas, qué leches!  :)

Muaccccccc

mercredi 12 juin 2013

¿Dónde hay que firmar para tener un día de descanso supremo, por favor?

¡Madre mía! (Mon Dieu !), hoy he batido el récord de puntos en el videojuego "Extreme Fatiga Redemption I" y como soy un poco masoca voy a escribir algo y así me voy a acostar mas tarde todavía. Y os diréis "Qué gilipollez incongruente que nos cuenta esta chica" pero entended que necesito reírme un poco para no "explotar un plomo" (expresión franchuta)

La verdad es que tengo que descansar porque no paro de hacer una tontería detrás de otra y en mi nuevo curro comienzan a pensar (creo yo) que han contratado a un alien, pero a una raza de alien torpe.

Para empezar al llegar hoy he ido directa a hacerme un café con 10 céntimos en la mano. Al cabo de unos segundos uno de mis nuevos compis me dice: -¿Qué haces mirando la Nesspresso?-, y en ese momento he caído en que ya no estoy en mi antiguo despacho y que ya no tenemos máquinas de café a 10 céntimos sino la maquina diabólica y sus hermosas capsulitas gratis (tierra trágame... ¡yo que estaba buscando la ranura para meter la monedica!)

A todo esto hay que añadir que no era la primera tontería del día porque al bajar del RER  he cambiado de metro y me he ido directa al despacho... hasta aquí todo bien, normal, pero el problema es que no iba al de ahora, sino al que nos vamos a mudar dentro de dos semanas. Menos mal que me he dado cuenta antes de subirme a la línea, y hala, vuelta atrás a coger el metro correcto sorteando la marea humana en dirección contraria!!!

Ya os imagináis en que estado se encuentra mi cerebro actualmente, incapaz de pensar de forma coherente.

Así que después de 9 horas de curro de locura (estoy lanzando una nueva página web y no sé ni por dónde empezar con todo lo que hay que hacer) y llamadas a los bancos para negociar el tipo de interés del préstamo immobiliario (aquí tienes que tener un máster en finanzas y un Cum Laude en psicología cuando te compras un piso), os podéis imaginar lo contenta que estaba al llegar a casa. Solo pensaba en tirarme en el sofá, tomarme una coca cola fresquita y darme un baño caliente. En ese momento me he preguntado porque no se puede dimitir del puesto de madre un ratito, "mira cariño que yo te quiero mucho pero te pongo en off y luego vuelvo"

Pues nada, que como no se puede hacer ni me he tomado la coca-cola, el sofá ya no estoy segura ni de si existe en casa y ni me he dado el baño ni na de na (el padre de la criatura os podéis imaginar estaba currando, pobrecico mío también que no para)

Bueno, ahora sí que sí, me voy a dodo

Besos Laras Crofts (y Marios bross :) de mi corazón